Atrévete a vivir una expedición fin del mundo chile, donde la naturaleza intacta, la historia escondida y la vida salvaje te esperan en una de las zonas más remotas del planeta.
Este viaje de 4 días por Tierra del Fuego es mucho más que una excursión: es un retorno al origen.
Durante cuatro días recorrerás paisajes que parecen de otro mundo, conocerás rincones cargados de historia y te adentrarás en una de las zonas más salvajes y remotas del hemisferio sur.
Esto no es solo un viaje: es una inmersión profunda en lo más puro de la Patagonia.
Desde Porvenir, bordeamos la extensa costa de la bahía inútil y sus cien kilómetros de largo la cual alberga una fauna marina excepcional. Antes de nuestra primera parada nos adentramos en la estepa fueguina, hogar de guanacos y aves nativas.
Visitamos la Reserva Natural Pingüino Rey, donde contemplamos esta especie subantártica durante una hora.
En el trayecto, podemos avistar bandurrias, caiquenes y —con suerte— el flamenco chileno.
Finalizamos el día en el Lodge Lago Blanco, un refugio en plena naturaleza.
Tras el desayuno, ingresamos al Parque Natural Karukinka, reserva virgen donde habitan guanacos, cóndores y el zorro culpeo.
Caminamos entre bosques de lengas, coigües y ñirres, descubriendo un microcosmos de musgos y líquenes.
Alcanzamos el mirador Pietro Grande, desde donde la Patagonia se muestra en toda su inmensidad.
En este tramo de la expedición fin del mundo chile, el tiempo se detiene: solo el viento, la fauna y el silencio nos acompañan.
Ruta escénica: Viajaremos a través de un paisaje que desafía la imaginación: bosques intactos, lagos cristalinos y montañas imponentes. Impacto ambiental: En el camino, observamos los estragos de la colonización del castor, con más de 300 mil metros cuadrados de bosques y turberas afectadas. Caleta María y la Cordillera Darwin: Llegamos a Caleta María, una bahía escondida entre montañas, con glaciares suspendidos que resplandecen en la cima de los picos andinos. Yendegaia, lo inexplorado: Nos adentramos en un territorio aún inaccesible, donde la Cordillera Darwin y el Parque Nacional Yendegaia ofrecen una vista panorámica inolvidable del extremo sur del mundo.
Tras el desayuno, emprendemos el regreso a Punta Arenas, llevando con nosotros la esencia indómita de esta expedición fin del mundo chile.
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